Aquello que posas en mis labios, siempre sabe a despedida. La verdad es que no entiendo por qué te es tan difícil deshacerte de alguien que no te causa interés en absoluto. Siempre vuelves, es un ciclo: yo creí que tenía que ver conmigo, ahora entiendo que no es así.
Cuando me dí cuenta de todo esto, fuera de entristecerme me reí de mí y de mi capacidad de creer. Aquella que yo encontraba muerta y abandonada ahora estaba viva y atenta de tí. Sí, todo esto me pesa, pero no me arrepiento de nada.
domingo, 22 de abril de 2012
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