Esta vez no era igual. No había sucedido nada parecido antes.
A Elisse la recorrió un escalofrío que la dejó helada desde el primer cabello hasta el último dedo del pie. Luego lloró en silencio. Era como sentir que nevaba dentro de ella. Un sentimiento estremecedor. Infelizmente tierno.
domingo, 3 de julio de 2011
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