Como un buen amor
Un buen vino, no hay mejor para el paladar que el más añejo.
Me reía de mí misma, mientras pensaba en tí.
Ilustrísima entre las pérdidas de su memoria. Establece ella, en el cambio y pasar de los años, una larga tragedia que vislumbra día a día los fraudulentos negocios con el tiempo.
Un buen vino, no hay mejor para el paladar que el más añejo.
Me reía de mí misma, mientras pensaba en tí.
Divagó [Reminiscence] a las 4:52 p.m.
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